
Muy interesante artículo publicado en la edición digital del periódico El País en el que se muestran los resultados de un estudio donde se propone la existencia de un nuevo significado para la «piedra rosetta» de las matemáticas mediante el análisis de un texto babilónico de hace más de 3.700 años.
El artículo completo se puede leer en el siguiente enlace pero se adjuntan algunos párrafos del mismo a modo de introducción a su lectura.
Dos investigadores australianos acaban de publicar los resultados de su estudio de Plimpton 322, una tablilla de escritura cuneiforme que data del 1.800 antes de Cristo y proviene de la antigua ciudad de Larsa, al sur del actual Irak. El texto contiene series de números ordenados en quince filas y cuatro columnas. Se piensa que son ternas pitagóricas, series de tres números que indican las longitudes de los tres lados de triángulos rectángulos.
La tablilla analizada es una especie de piedra Rosetta de las matemáticas de la antigua Babilonia, la primera civilización de la Historia. Asentada entre los ríos Tigris y Éufrates, este imperio fue el epicentro de una revolución científica y cultural sin precedentes de la que se conservan cientos de miles de tablillas de barro usadas para contabilidad, matemáticas, astronomía y otras disciplinas.
El matemático Daniel Mansfield, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), ha vuelto a analizar el original, conservado en la Biblioteca de Libros y Manuscritos Raros de la Universidad de Columbia, en Nueva York (EE UU). Junto a su colega Norman Wildberger acaba de proponer que esta tablilla es la tabla trigonométrica más antigua del mundo y también la más precisa.
“El gran misterio es por qué los escribas babilónicos realizaron la compleja labor de calcular y ordenar los números de esta tabla”, explica Mansfield en una nota de prensa de su universidad.
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