Insistiendo en la oportunidad que nos brindan los viajes que se han de realizar, ya sea por necesidades laborales o por ocio, de conocer el enorme patrimonio ingenieril que salpica multitud de rincones de la geografía presentamos el presente artículo.
Toda actuación que se ejecute en un espacio urbano va a condicionar de forma significativa y sin remedio el crecimiento y forma posterior de la ciudad.
Podemos citar como ejemplo representativo el Puente Nuevo de la ciudad de Ronda – Málaga. Este tema ya se trató con profundidad a propósito de mi Tesis Doctoral a la que se puede acceder desde el enlace anterior disponible en el apartado correspondiente de este sitio web.
Constituye junto con la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería, el símbolo y el alma de la ciudad. Pensar en esta ciudad malagueña es hacerlo en su puente sin el que la ciudad no tendría su actual fisonomía.
Esta singular y espectacular obra maestra de la Ingeniería Civil de impresionantes dimensiones, 98 metros de altura y construido con sillares de piedra que fueron extraídos del fondo de la propia garganta del Tajo, permitió la conexión del barrio moderno o del Mercadillo con el antiguo de la ciudad de Ronda y, al mismo tiempo, posibilitó su expansión urbanística.
Desde un determinado punto de vista, se podría entender, al hablar en estos términos, el tipo de signos abarcados en la definición de signo emblema entendiendo como tal un tipo de signo en el que un conjunto de cualidades se vinculan convencionalmente a otro conjunto de cualidades que posee su objeto.
A modo de ejemplo podemos citar que el verde es el emblema de la naturaleza o la ecología lo que implica que la cualidad de cada uno de esos conceptos se vincula convencionalmente con el color verde. Así y evidentemente hablar de Ronda es hablar de su puente.
Del Puente Nuevo de Ronda hay multitud de documentación que permite conocerlo mejor. Además de la citada tesis merece la pena reseñar un artículo publicado por magnet y que se puede leer íntegramente en el siguiente enlace.
Entre otras curiosidades nos indican que realmente debería llamarse «Segundo Puente Nuevo de Ronda» pues en ese mismo emplamiento hubo sólo unas décadas antes otro que se derrubó sólo seis años después de su construcción.
Ingeniería y Paisaje 